OLIVAREROS EN ACCIÓN

Hace varios días vengo pensando cómo ponerme en contacto con vosotros, los olivareros de Andalucia que, como yo, saben lo que estamos pasando estos últimos tiempos y no quiero hablar del bajo precio del aceite ni de los costes desorbitados de los imputs que todos hemos sufrido este año y nos han llenado de deudas, quiero hablar de soluciones para salvarnos todos y la principal y esencial que veo clara es unirnos y tomar decisiones solidarias, para que no sean las cuatro -más una- grandes empresas, que todos también conocemos, las que siempre nos manipulen. Hay que hacer ya algo juntos para no ser unas marionetas en sus manos, para no aguantar ni un día más con esa aceptacion del "fatum", el fato, el hado, el destino latino que tanto pesa sobre nosotros y que nos paraliza: " YO YA HE LIQUIDADO Y AL FIN Y AL CABO...". Hay mucha gente que lo hemos hecho, pero también otra que no lo ha hecho quizá esperando, esperando que eso también sabemos hacerlo muy bién desde siglos y siglos.
Tengo noticias de que, a pesar de las dificultades que siempre oimos, algunas cooperativas han empezado a hablar. Tal vez sea este el momento de que pasemos a la acción, a la posición de fuerza, de presión frente a un Gobierno que nos tiene completamente olvidados y que hasta nos ha borrado de sus Ministerios.Tal vez haya que tomar ahora alguna decisión dolorosa, arriesgada e incluso peligrosa que nos pueda salvar más tarde, alguna decisión que nos cueste dinero, cosecha o lágrimas, pero esto es una cadena. Si nosotros nos movemos todo se pondrá en marcha. Si no gastamos en abonos, en electricidad, en gasoleo, en... ¿qué pasaría? ¿no podríamos paralizar, en gran medida, la economía de nuesto pueblo, de nuestra ciudad, de nuestra Andalucía, de todo el país? Y ya ha llovido y ya hemos recibido la subvención, pero si ésta desaparece, si no totalmente, en gran parte, ¿cómo sobreviviremos?. Es evidente que tenemos que prepararnos, defendiendo nuestros derechos y el de nuestros olivos e insisto la única y más importante solución es unirnos, aunque eso sea difícil, aunque eso suene a sueño, a utopía o a locura.
Nadie hará nada por nosotros, si no lo hacemos nosotros mismos y, por supuesto, la Junta sólo quiere INDUSTRIA Y TURISMO. Sé que, como yo, pensaís muchos de vosotros y por eso me he atrevido a hablaros. Me encantaría recibir muchas sugerencias vuestras, mucha imaginación vuestra, muchas ganas vuestras para emprender juntos un nuevo camino más fácil entre nuestros olivos. Podríamos empezar recogiendo firmas para movilizarnos de alguna manera que podríamos concretar con esas respuestas que espero deseosa y ansiosa de vosotros. Esto es solo un grito de desesperación que no servirá de nada sino encuentra eco en vosotros y no olvideis que los ecos resuenan entre las montañas y pueden llegar hasta las nubes. ¡Hasta muy pronto!