jueves, 8 de julio de 2010

TAMBIÉN HAY QUE HABLAR DEL TRIGO

El trigo está como el aceite, y diría que, incluso, peor.
 Hace quince días vendí el resto que me quedaba de la campaña pasada a 26 pts. Fui de aquellos que esperaba que pudiese subir hasta las 40.
He terminado de recoger el de esta campaña con los peores resultados por fanega de toda la historia de la finca. Las lluvias desproporcionadas de este año lo han dañado y me han hecho prestarle una atención especial, siempre con esa ilusión de poder sacarlo adelante.
 Y, en algún momento, pensé que lo habiamos salvado, que, al final no iba a ser un año tan catastrófico. Pero otra vez me equivoqué y necesito venderlo ya para contar con algo de liquidez. Estoy segura que no me van a dar por él más de 26 o 27 pts. La paja, sin embargo, por su escasez, este año me la pagan a más del doble que en años anteriores.
 Me aterroriza pensar que, en tiempos de mi padre, hace treita y cinco años, con jornales más bajos, abonos y fitosanitarios a precios más reducidos, se lo compraban a 28 pts. Sí, este año recoger el trigo me ha costado mucho dinero y no por mi culpa, ni por falta de cuidado. Han sido las lluvias y estos gobiernos que no se ocupan de los agricultores y que están provocando que esa hambre que se anuncia en el mundo sea más inminente y más injusta.

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