sábado, 6 de diciembre de 2014

TODOS A CUESTAS CON LA COSECHA DE ACEITUNA

Este año todos los aceiteros de Córdoba y Jaén hemos empezado más pronto la aceituna.
Los de Córdoba empezamos siempre en Noviembre y este año la hemos adelantado unos días.
Yo, en concreto tres, por arreglo inesperado de maquinaria.
Todos los de mi pueblo de Jaén la hemos empezado en bloque el uno de Diciembre cuando la antigua costumbre era el ocho, aunque últimamente cada uno la retrasaba según sus intereses.
Mi tierra de la campiña recibió primero la lluvia más abundante, pero por sus características ahora, aunque no le llueva o le llueva poco no se puede entrar en ella en varios días.
En Jaén, al menos en mis olivos, es diferente. La lluvia empapa la tierra, pero la absorbe enseguida, e incluso con dos litros, puede seguir la recolección en algunos lugares.
La aceituna sigue muy escasa y ni siquiera ha engordado la de los olivos que tienen más. Sólo la escasa está gorda y todos los propietarios nos hemos tirado con desesperación a cogerla, esperando buenos precios.
Sí, la lluvia ha decepcionado, además muchas balsas siguen vacías. Aunque en sitios sigue cayendo abundante y se espera más.
Es una cosecha que sabíamos difícil a pesar del crecimiento y el color del árbol.
Yo hace unos días, cuando fui a pesar de mi codo roto y mi rehabilitación, a ver a mis olivos y a mis trabajadores les hable, sobre todo a estos últimos, del trabajo que hay que hacer, a pesar de no recoger nada y pasear mucho.
No pueden desanimarse ni dedicarse al parloteo y a la cháchara, ya que a nosotros, la empresa, nos cuesta mucho esta recolección sin apenas recibir lo necesario y ellos tendrán menos días y no podrán pasar desapercibidos en su labor. El mismo encargado está preocupado y con mis instrucciones los vigilará más.
Ellos lo aceptaron bien y la mayoría hasta me lo agradecieron, porque nos conocen y yo los conozco. Sé que puedo seguir confiando en ellos y ellos entienden mi obligación como seria empresaria.
Con todo, los olivareros estamos sorprendidos agradablemente, porque algunos tenemos, mejores rendimientos que en años anteriores en fechas mas tardías. Tal es mi caso, no sólo en Jaén, sino también en Córdoba donde, siempre y en cualquier fecha, han sido muy bajos. Quizá pensamos haya sido el buen uso de la potasa que habitualmente usamos.
Yo me vine muy contenta. En el suelo, después del gran azote de los vientos, he visto más aceituna, incluso en aquellos que no se la veía en el árbol, y los cargados la tienen en árbol y suelo y, como pensaba, la estamos cogiendo de arriba, sin saber si habrá alguna diferencia de precio. Yo creo que si voy a vender aceite hay que tener el de mejor calidad sin mezclar con ninguno más, aunque en Jaén la del suelo tiene tan buen aspecto que puede confundirse.
Quiero ser honesta y quiero que la gente aprecie nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y el gasto que hago por ello.
Nadie, por la carestía que supone, está cogiéndola del árbol, tampoco los que podrían hacerlo y los molinos ni la muelen.¡Ojalá tenga suerte en esta mala campaña y no tenga que llorar. La calidad del aceite no es buena, pero lucharé y haré todo lo posible para conseguir la mejor!