Las cosas no se arreglan con el alejamiento de las lluvias. La aceituna que nos queda por recoger está pegada en el suelo de tal manera que sólo nos quedan dos opciones, o bien dejarla triturada y ensangrentada en la tierra, o bien regarla par poder desprenderla, como ya han empezado a hacer algunos olivareros con el coste y la mano de obra que eso supone. Y los precios bajando y la calidad del aceite despreciada por los compradores.
Pero siempre buscamos, nosotros los sufridos agricutores, un motivo para seguir viviendo y ahora nuestros olivos están preciosos
MI QUERIDISIMA MOLINERA, NO HAY PALABRAS SUFICIENTES, PARA VALORAR TU FUERZA Y EL SEGUIR ESCRIBIENDO, COMENTANDO Y NO DECAER.
ResponderEliminarSIEMPRE ANIMO Y MIL BESOS
GLORIA GRANADOS MARTINEZ
Una foto magnífica, para mi representa la fusion entre lo moderno y lo tradicional, una union para la supervivencia del olivar y de la agricultura en general.
ResponderEliminarLejos queda ya el arado y los bueyes dejando paso a la modernidad y sostenibilidad, aunque a veces esta última sea un espejismo en estos tiempos que corren.
Saludos molinera.
Fdo. El enamorado de Flores.