sábado, 24 de enero de 2015

LA COSECHA DE ACEITUNA TERMINÓ

He quedado contenta con la recogida de mi aceituna, a pesar de la sequía.
En Córdoba había mucha más y se esperaba una gran cosecha, pero llovió, hubo viento y esa aceituna cuando se cae, es imposible de coger por las características del terreno. Eso es lo que dicen los más viejos del lugar que la conocen y han trabajado en ella.Yo nunca recuerdo sentir o ver algo parecido. No se han conseguido los kilos tan deseados. Han faltado unos 50.000 para llegar a la cantidad que soñábamos.
 Ni siquiera la del árbol se ha podido considerar como tal por mezclarla con la del suelo para conseguir un mejor aceite en toda la finca
Y tengo que reconocer también el esfuerzo hecho por la empresa de servicios que la recoge allí.
En Jaén en cambio, donde creíamos que no iba a haber mucha cosecha, por esa enorme sequía y esa falta de lluvia, la sorpresa fue grande, cuando la vi, la vimos en el suelo. Incluso aquellas parcelas que no parecían tener aceituna  nos la enseñaron, verde o negra muy gorda, cuando se cayó alrededor del olivo.
Lo que verdaderamente no ha sido buena este año, dejando aparte la sequía, ha sido la calidad del aceite:
1- Por la aceituna caída, a causa de la mosca, que ha que estado en todos los lugares, especialmente en las partes altas, y que no se cura ya por parte de la Conserjería, ni nos compensa hacerlo a los particulares.
2- Por la acidez tan alta que hemos tenido este año en nuestra zona, no llegándose a los 20% casi en ningún sitio.
3- Por la falta de aceituna del árbol llevada en los tractores o camiones de los olivareros a los    distintos molinos, pensando en un precio bajo para ellos para la del suelo y alto para la del árbol, y creyendo que la diferencia entre el pago de los dos aceites no sería tan grande.
Sin embargo hemos tenido ventajas:
1- La aceituna gorda ha proporcionado muchos más kilos que los esperados.
2- El precio del aceite tanto del extra como del lampante está efectivamente alto.
3- Las exportaciones de aceite están aumentando al haber disminuido la cosecha en toda Europa. En nuestro país, exceptuando Andalucía, se consume menos y por eso todos los olivareros nos estamos dedicando a la exportación que muchos ya  hacemos con China y Japón y continuaremos haciéndolo con otros países.
Sí, estoy contenta, no solo por los kilos cogidos que no esperaba, sino porque efectivamente el precio del aceite está más alto que el del año pasado, cuando con una cosecha muy  grande, lo vendí tan barato que quizá este año supere el alcanzado en el pasado.
De todas formas ya nadie pensamos en la cosecha cogida, pensamos en la futura y en la lluvia que ha caído y que nos parece poca.
Los olivos por el frío también se han paralizado y todavía, felizmente, no se mueven. Seguimos trabajando en ellos con ilusión y esperanza. Yo ya he talado en Córdoba y he empezado en Jaén donde nunca lo había hecho en estas fechas. He labrado la tierra que con estas lluvias está en las mejores condiciones.
Sin embargo, la balsa de Córdoba no se llena y ojalá siga lloviendo, a pesar de los pronósticos, también por esta razón.
¡Por favor, lluvia, cae en abundancia para todos nosotros y ven pronto!