jueves, 11 de noviembre de 2010

ROBOS, PRECIOS Y UNION

Otra vez me han robado en el campo. Ya es la segunda en este año y siempre en la misma campiña de Cordoba. Maquinaria antigua que tenia en la era del cortijo con la intención de venderla para renovarla y modernizarla. 
Lo curioso es que no se ha podido detectar rastro del hecho, ni rodadas, ni rotura de la cadena que impide el acceso a la finca, ni violencia alguna.
 Está claro que quienes lo han hecho conocían muy bien el camino, ya que lo más probable es que hayan entrado por los laterales no protegidos, y que incluso se hubiesen interesado por la compra de algún apero. No han sido rumanos. Han debido usar gruas o tractores potentes para el transporte y todo hace suponer que pueden ser nuestros propios provedores o gente cercana a ellos o conocedores de las intenciones y disponibilidades de la explotación. Hoy día es mas fácil y mucho más rentable robar que comprar y no podemos  fiarnos de nadie.
La Guardia Civil, a pesar de la denuncia, no podrá hacer nada, pero, al menos, si denunciamos, quizá, se consciencien de que el campo debe tener seguridad y más en estos tiempos en que todos necesitamos buscar la supervivencia de cualquier manera. Se acabaron los días en que podiamos dejar con tranquilidad nuestras herramientas de tabajo en el campo. Ahora tenemos que defendernos, y solos, de cualquier eventualidad adversa que nos sorprenda.
Precisamente había hablado unos días antes con algunos vecinos para proponerles la contratación conjunta de una vigilancia y seguridad privada. Pero eso en nuestro gremio es muy difícil. Siempre hay recelos, individualismos exacerbados y desconfianzas y nunca se llegan a acuerdos. Y TENEMOS QUE CAMBIAR YA. Estamos viviendo  una nueva época y nuestras ideas también tienen que ser nuevas.
Por eso me he alegrado al conocer que algunas almazaras y cooperativas de la provincia de Jaén están haciendo gestiones para comprar acciones del grupo SOS y poder jugar un papel más importante en el control y equilibrio de precio de nuestro aceite.
La carrera debe de ser ligera si no queremos perdernos totalmente en el camino. Unión ante los robos y  los precios. Unión por y para nuestra defensa.  
      

lunes, 1 de noviembre de 2010

DESVENTURAS Y VENTURAS DE UNA AGRICULTORA.

Hace tiempo que quería reencontrarme con todos vosotros, pero han sido éstos, días llenos de problemas para mí. Ahora necesito hablaros de ellos para que, quizá, muchos os sintaís identificados conmigo y confirmeís mejor la situación por la que estamos pasando.
En primer lugar el error del Laboratorio de la Junta de Andalucía, ofreciendo, en los análisis realizados a las  pipas de girasol de mi última cosecha, unos parámetros, sobre todo en grasa, sumamente bajos y no acordes con los usuales en esa campiña. Una carta de disculpa fue suficiente para ellos para paliar el daño ocosionado en la  difícil venta de ese producto.
 Dos conclusiones, de las que podeís tomar nota, he sacado de este asunto: No confiar, como hasta ahora, en ese Laboratorio, que trabaja a precios razonables, y guardar siempre muestras para volver a repetir los análisis en caso necesario.
He seguido luchando por la devolución del I.B.I. rústico de Córdoba de los años 2009 y 2010 como una compensación de los perjuicios causados en esa misma provincia por las inundaciones pasadas. He vuelto a presentar informes periciales, fotos, presupuestos para futuros arreglos y en todos los organismos y asociaciones visitadas he recibido la misma respuesta: Sin seguro y con la falta de dinero existente esa reclamación parece imposible. Lo que me ha obligado a recorrer entidades aseguradoras   que pudieran garartizarme una cobertura suficiente a un precio posible de ser afrontado. Este año, sin duda, voy a suscribir un seguro. 
Y aún más, como consecuencia de esos daños, que son necesarios reparar para la próxima y cercana siembra, me he puesto en contacto con varias casas para comprar alguna maquinaria. En muchas, sobre todo con las que trataba por primera vez, no sólo no admiten cheques como forma de pago, sino que exigen transferencia bancaria previa al envio de la maquinaria elegida. Con lo cual yo, por mi parte, reclamo, documento de la casa con compromiso de llevar a la finca su máquina al  día siguiente de recibir el pago.
Y eso mismo se me ocurre  hacer con una almazara que me ofrece por toda la aceituna que yo pueda recolectar en esta campaña un precio alto para los precios a los que ya nos estamos acostumbrando.  Contrato  ante notario y avales de pago.
Nunca había actuado así, pero desde ahora no nos va a quedar otro remedio.
La administaciones cometen errores - un embargo erróneo de la Tesorería de la Seguridad Social de Córdoba, después de varios meses de aclaraciones se ha podido, por fin, resolver favorablemente- Nuestros proveedores, nosotros mismos no disponemos de liquidez y eso también me ha llevado a cometer equivocaciones.
Y una grave en estos mismos días: En la última cura aboné mis olivos, que como muchos de los vuestros estaban magníficos y de los que yo me sentía orgullosa, como madre amante y protectora, con productos baratos, concretamente de la casa FITOGAL. Ya había recibido información, no muy buena, de la citada empresa. Otra persona, en la que yo confio y que había experimentado con éxito con ellos, me animó a hacerlo.  A los pocos días de recibir el producto los olivos se vinieron abajo. Sufrieron un estrés palpable. Las hojas se vieron afectadas y muchas empezaron a caerse.
 Así he llegado a la última y más contundente conclusión: LO BARATO, como decía mi padre, ES CARO, incluso en estos tiempos de crisis. Ahora tendré que gastarme más dinero en recuperarlos y en alejar de mi vista esa marca que espero no hayaís utilizado nunca con mis mismos resultados.
Pero también como repetía mi padre y yo he oído siempre por nuestra tierra: DIOS APRIETA, PERO NO AHOGA.
Ha vuelto a llover y mis árboles, y me imagino que muchos de los vuestros,  ya lo están agradeciendo.
Incluso, muchos de nosotros ya hemos recibido la Subvención que, al menos, nos servirá para pagar las facturas pendientes más atrasadas y acuciantes.
Y todos estamos de acuerdo en que la nueva ministra no puede ser peor que la anterior.
Me he relajado hablando con vosotros y sintiendo todavía el olor y el sabor de la tierra mojada, después de tantos días de sequedad y de insomnio. La lluvia y vosotros, como yo, no podemos nunca de dejar de estar ahí, como árboles duros que acompañan a otros árboles que no pueden morir.