Fernando en sus comentarios ha hablado tanto de la peligrosa situación del aceite, si su precio baja, como de posibles soluciones para el mes de Enero, cuando la recolección termine, y nos unamos todos para emprender acciones comunes que eviten que el 80% de la explotaciones de la provincia de Jaén, por ejemplo, dejen de ser viables.
Estas movilizaciónes pueden suponer un ráfaga de esperanza ante la noticia de hoy de nueva bajada del precio del aceite, después del leve repunte de días pasados, y quiero de nuevo animaros a todos a salir a la calle, defendiendo nuestra cultura que está dejando de ser la cultura de nuestros jóvenes y de nuestros hijos, que se alejan del campo ante tantos esfuerzos, muchas veces inútiles, poco rentables e incluso enfretados. Es hora de dejar rencillas, miedos, de someternos a "gente" que es ajena a esa cultura que se mama y se lleva en la sangre.
Y si el Sr. Civatos nos llama en Enero, y su llamada nos parece conveniente, tenemos que escucharla. Se lo debemos a nuestros jóvenes, a nuestros hijos para que se den cuenta de que si el precio del aceite baja y que muchas explotaciones no lo van aguantar, como ellos también leen en los periódicos, nosotros, los que hemos vivido del campo toda la vida, saldremos para que no les roben el sueño que se hicieron de muy pequeños y para que, al menos, comprendan que si el precio del aceite baja, los imputs tambíén tendrán que bajar -como ya algunos lo estan haciendo- y no sólo esto, sino también los jornales de recogida de aceituna, de manera que ésta pueda ser ventajosa y rentable para todos y no nos veamos obligados a dejar nuestro oro colgado del árbol.
A nuestros jóvenes se lo debemos, a esos jóvenes a los que tenemos que insuflarles nuestro amor a nuestro campo y recordarles sus años de infancia. Porque quizás la verdadera solución esté en la educación y en el ejemplo que ellos vean a su alrededor. Si nosotros pasamos, agachamos la cabeza, como tantas veces hemos hecho, ¿qué vamos a esperar de una juventud que exige resutados eficaces?
La agricultura es la cultura del campo, la primera cultura,y, con movilizaciones y gran unión entre nosotros, tenemos que dar soluciones. Entonces ya podremos esperar la voz del Sr. Civantos.
Estas movilizaciónes pueden suponer un ráfaga de esperanza ante la noticia de hoy de nueva bajada del precio del aceite, después del leve repunte de días pasados, y quiero de nuevo animaros a todos a salir a la calle, defendiendo nuestra cultura que está dejando de ser la cultura de nuestros jóvenes y de nuestros hijos, que se alejan del campo ante tantos esfuerzos, muchas veces inútiles, poco rentables e incluso enfretados. Es hora de dejar rencillas, miedos, de someternos a "gente" que es ajena a esa cultura que se mama y se lleva en la sangre.
Y si el Sr. Civatos nos llama en Enero, y su llamada nos parece conveniente, tenemos que escucharla. Se lo debemos a nuestros jóvenes, a nuestros hijos para que se den cuenta de que si el precio del aceite baja y que muchas explotaciones no lo van aguantar, como ellos también leen en los periódicos, nosotros, los que hemos vivido del campo toda la vida, saldremos para que no les roben el sueño que se hicieron de muy pequeños y para que, al menos, comprendan que si el precio del aceite baja, los imputs tambíén tendrán que bajar -como ya algunos lo estan haciendo- y no sólo esto, sino también los jornales de recogida de aceituna, de manera que ésta pueda ser ventajosa y rentable para todos y no nos veamos obligados a dejar nuestro oro colgado del árbol.
A nuestros jóvenes se lo debemos, a esos jóvenes a los que tenemos que insuflarles nuestro amor a nuestro campo y recordarles sus años de infancia. Porque quizás la verdadera solución esté en la educación y en el ejemplo que ellos vean a su alrededor. Si nosotros pasamos, agachamos la cabeza, como tantas veces hemos hecho, ¿qué vamos a esperar de una juventud que exige resutados eficaces?
La agricultura es la cultura del campo, la primera cultura,y, con movilizaciones y gran unión entre nosotros, tenemos que dar soluciones. Entonces ya podremos esperar la voz del Sr. Civantos.
El aceite de oliva virgen extra sigue su caída en picado y alcanzó, esta semana, los 1,83 euros, según los datos aportados por la Fundación del Olivar. Los agricultores activan la alarma y afirman que, a este precio, resulta “imposible” mantener una finca. Es el precio más bajo de los últimos 3 años.
ResponderEliminarLas organizaciones agrarias no se cansan de repetir que, con el precio actual del aceite, mantener un terreno de olivares no sale rentable. No es para menos. En enero de 2006 un kilo del virgen extra se comercializaba, en origen, a 4,20 euros y, tres años más tarde, se queda en 1,83 euros, es decir, la diferencia es de 237 céntimos. El zumo de aceituna se cotiza, ahora, a unos niveles desconocidos desde hace meses por los oleicultores. Ni en 2007, ni tampoco en 2008, el índice había sido menor a los 2 euros.
Así, si se tiene en cuenta que los costes de producción son cada vez mayores y la competencia de otros países se ha incrementado en los últimos meses, no es de extrañar que cientos de oleicultores se piensen 2 veces realizar las labores del campo. El carburante, la molturación, el traslado y otros trabajos en las fincas suponen, en muchos casos, un coste superior a los 3 euros. De este modo, el caldo de aceitunas supondría, incluso, una pérdida de 1,20. Ante esta situación, cientos de agricultores decidieron “plantar cara” al mercado y consideraron que no venderían hasta que el sector consiguiera estabilizarse.
Por otro lado, el Índice Nacional de Referencia de Precios en Origen del Aceite de Oliva iPool España muestra que, en la última semana, el virgen extra, el virgen y el lampante alcanzaron, en conjunto, las 300 antiguas pesetas que “temía”, entre otros, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Jaén. En cuanto al lampante, a 1,75 euros por cada 1.000 gramos, llegó a su límite.
Los caldos de calidad inferior, como es el caso del orujo, tampoco lo tienen fácil. Según la Fundación del Olivar, durante la semana del 21 al 27 de diciembre de 2008, se comercializó a 882,39 euros por cada tonelada o, lo que es lo mismo, 0,88 por kilo. Y, si el virgen extra estaba a 2,04 en este periodo, en la semana del 28 de diciembre de 2008 hasta ayer rondó los 1,83 euros, es decir, una pérdida de 21 céntimos. En este sentido, el aceite de oliva virgen lampante (Base 1) registra una bajada, en los últimos 13 días, de 7 céntimos y, en cuanto al virgen, la diferencia es de 6.
MANIFESTACIÓN. Al incremento de los costes, la bajada de los precios en los óleos y la pérdida de parte de la producción por el temporal, se suman las subvenciones que aún quedan pendientes. Más de 12.000 olivareros no cobraron las ayudas de la Política Agraria Común y, muchos de ellos, no la han recibido desde el año 2006. Ante tal situación, más de 70 agricultores de distintos municipios de la Sierra de Segura han decidido manifestarse. Lo harán el próximo miércoles, ante la Delegación de Agricultura y, además, han pedido a todos los afectados de la provincia que se unan a la causa y reclamen, de una vez, sus derechos.