LAS LLUVIAS DE ABRIL Y MAYO Y NOSOTROS

Las lluvias de Abril han producido el milagro. Los olivos, incluso con pocos litros e incluso los de secano, se han recuperado, pero ni siquiera esas lluvias de Abril, ni las que se esperan en Mayo van a hacer subir el precio del aceite.

No estamos vendiendo nadie. Sin hablarnos todos hemos acordado esperar... esperar otro milagro, porque sabemos que el excedente de aceite cubre las necesidades de este año y las del próximo, por mala que sea esa recolección.

Sí, al final, contabilizando la aceituna recogida en Abril, se ha llegado al millón seiscientas mil toneladas de aceite en esta campaña, que con las cuatrocientas mil restantes de la anterior, suman una cantidad disponible de dos millones, suficiente para cubrir el consumo interior y exterior de dos años.

Y no podemos esperar mucho más tiempo sin vender. Alguno de nosotros, entre los que me encuentro, ya nos hemos gastado gran parte de la subvención de la P.A.C. y ya ninguno esperamos nada del viejo-nuevo gobierno de Griñán. 

Tengo que repetir, otra vez, que se hace más urgente cada día inventar mecanismos posibles, eficaces, y sobre todo consensuados entre todos nosotros, para poder aguantar y conseguir el precio razonable que nuestro producto, nuestro orgullo, merecen.

¡Ojalá las lluvias de Abril y Mayo y el resplandor de nuestros olivos nos impulsen y nos obliguen a convertirnos en magos, en brujos o en dioses!