jueves, 7 de enero de 2010

LAS LLUVIAS SIGUEN

Queríamos agua. Estabamos rezando, como los niños que fuimos, para que la lluvia regara nuestros campos sedientos y tan necesitados de ella, pero ahora la tierra la escupe. Pasamos de un extremo a otro. Ya se están perdiendo cosechas en toda nuestra Andalucía. Las aceitunas caídas son arrastradas por las aguas y las que se recogen, con grandes dificultades, en un momento de escampe, están embarradas, sucias, incapaces de proporcionar buena calidad a su líquido. Donde se había sembrado trigo sólo hay lagunas. Y así en un largo etcétera de fresas y de fambruesas.


¿El cambio climático  ya está aquí? ¿Es el temporal que está afectando a toda Europa? Lo único claro es que los agricultores no podemos vivir tranquilos nunca, aunque nos hayan dicho muchas veces que año de nieves, año de bienes y que la lluvia es el  gran tesoro para nuestros campos. ¡OJALÁ SEA ASÍ Y NO TENGAMOS QUE LLORAR MÁS!  Yo todavía creo en ella y quiero aprovecharme de todos los beneficios que sabe darnos. Y mirar todos los días al cielo y oir al viento es un buen oficio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario