sábado, 18 de enero de 2014

EN MITAD DE LA CAMPAÑA


Muchos olicultores estamos todavía en mitad de la campaña de aceituna. Una campaña que está siendo sorprendente por la cantidad de kilos recogidos.
Estamos contentos y, como siempre, también preocupados.
Contentos por la alegría que nos están dando, sin esperarlo, nuestros árboles. Por el rendimiento que sube poco a poco y, por supuesto, por la lluvia que, ha empezado a ser constante e incluso en algunos momentos abundante y con nieve y les  ofrece a ellos alguna posibilidad de recuperación y a nosotros el vislumbre de una futura pequeña cosecha, porque enseguida pensamos en aquello que nos decían los abuelos: AÑO DE NIEVES...."
Preocupados por los costes de una recogida grande y por los de los inputs que deberemos utilizar para la completa recuperación de unos olivos completamente esquilmados por su enorme producción y los daños causados con las vibraciones para el despoje de la aceituna. 
No tenemos liquidez. La cosecha anterior fue escasa. En esta, el precio del aceite, a pesar de su calidad, como siempre ocurre cuando hay abundante producción, es más bajo que el ofrecido el año pasado. Las esperanzas de su remonte es lejana y todos estamos llenos de deudas y préstamos.
Sin embargo quizá sigamos sin hacer nada. Sólo sabemos mirar al cielo, aguantar y decirnos: "Dios dirá .." mientras seguimos mirando al cielo y quizá también a la luna.
Por eso me ha admirado y, sí, alegrado el resultado de las reivindicaciones de las Asociaciones de Vecinos del Gamonal en Burgos. No me gusta la violencia ni los alborotadores habituales que aprovechan cualquier ocasión para alborotar y destrozar. Eso lo lamento y me avergüenza.
Pero también  lamento siempre, una y otra vez, que los agricultores andaluces no sepamos o no queramos unirnos y que muchos de nosotros todavía no hayamos comprendido que nuestra única salvación es la unión, que también nosotros somos empresarios, porque lo nuestro es un negocio, además de unos enamorados de nuestro campo.
Sí lo creen así, hace mucho tiempo, los agricultores de otros países e incluso, en muchas Comunidades de nuestro país, nuestros compañeros trabajan de la misma manera, unidos en asociaciones cooperativas, etc, etc.
Los pequeños y medianos productores tendremos, sin más remedio, que entrar en esa rueda y con más motivo cuando, eso sí que lo sabemos, la exportación del buen aceite de oliva, con la calidad que nosotros conseguimos, es uno de los factores más importantes en la ayuda del levantamiento económico de nuestro país.
La exportación ya está haciendo triunfar entre nosotros a aquellos grandes olivicultores que se han atrevido a emprenderla. Forman un círculo cerrado, difícil todavía de abrir, pero en el que todos tendremos que participar. Nos vemos obligados a participar, a romper barreras, cuanto antes mejor, aunque tengamos que olvidarnos de algunas comodidades, muchos complejos y mucho conformismo que nos viene de siglos.
Y no olvidemos nunca que Andalucía ha sido siempre el lugar elegido para el asentamiento de las más prósperas civilizaciones por su situación geográfica y la riqueza de su tierra.
Y yo siempre con la misma cantinela, pero , estoy segura, "EL QUE LA SIGUE LA CONSIGUE"      

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