Con el nuevo año he vuelto, después de unos días apartada de mis olivos por esas obligaciones que también nos impone la salud, a estar con ellos. Y su contacto y su comportamiento en la campaña, en pleno apogeo, me ha hecho, como siempre, reflexionar, y analizar todos los elementos que la atañen.
En primer lugar, yo, como todos mis vecinos y amigos, no esperabamos una cosecha tan grande, en calidad y cantidad, como la que estamos recogiendo.
En segundo lugar, este año la tierra está seca y el polvo que los tractores y otras maquinarias utilizadas levantan es el mismo de cualquier verano. Consecuentemente las quejas por la falta de agua y los temores de sus efectos para la próxima campaña son constantes. También algo inusual está siendo la larga permanecia del fruto en nuestros árboles que es lo que evidentemente está ayudando a conseguir acidez baja y mantener esa buena calidad de los primeros días.
Y así, por todas estas circuntancias, se está llegando a una situación que no se había dado en los últimos años: las coperativas, y muchas almazaras, están multurando sin descanso, por la cantidad de fruto recibido y por la falta de tregua concedida por la lluvia, Y se están viendo obligadas a no admitir aceituna por no poder almacenarla o no tener disponibilidad para tan abundante molturación.
Todo ello, trufado del miedo y de la inseguridad que ya siempre se cierne sobre nosotros por la situación de la crisis y de los precios, está haciendo que las mismas almazaras y cooperativas y los mismos productores vayan tomando conciencia de la necesidad de potenciar el logro de un aceite de calidad.
Muchas almazaras ya no admiten aceituna recogida del suelo y llevada al molino en malas condiciones y casi todas ellas, al igual que las cooperativas, distinguen y premian con precio diferente la aceituna que viene del árbol de la del suelo. Y esto es una ventaja, aunque el aprendizaje y la concienciación tenga que ser a costa del dinero.
Sánchez Cañete ha hablado estos días del almacenamiento privado y, aunque esta sea una medida coyuntural, ayudará probablemente a una subida de precios a la espera de soluciones estructurales que conduzcan , de alguna manera, a una regulación justa y equilibrada de los precios.
Y ya el último rumor que se escucha con esperanza es el aplazamiento de la entrada en vigor del nuevo régimen de Seguridad Social para los trabajadores agrícolas. Se acerca el tiempo de la tala y muchos sueñan y esperan un sueño real.
Lo que sí se siente, y yo siento, es un nuevo movimiento y otras miras. Aunque con las recientes subidas de impuestos y demás medidas tomadas por Mariano Rajoy, los andaluces ya no están, no estamos, tan deseosos de un gobierno del P.P. en nuestra Comunidad. Yo sigo con mi impulso renovado y fortalecido, lejos de los partidos
¡¡Que alegría tan grande verte escribir!!!! .
ResponderEliminarVeo que a pesar del parón, sigues con más fuerzas para luchar y seguir el la defensa de lo que crees que es justo ¡¡¡esta es mi chica!!!! .... BESAZOS REINA