Hoy leo en la sección de Economía del periódico "EL PAÍS" un titular que desde aquí yo preveía y deseaba como una solución a los duros momentos por los que estamos atravesando: "EL CAMPO SE CONVIERTE EN REFUGIO LABORAL".
Estas son las conclusiones de un trabajo elaborado por la C.O.A.G., tomando como base datos de la Encuesta de Población Activa (E.P.A.), de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (C.N.A.E.) y de afiliación a la Seguridad Social.
Parece evidente que la generación de empleos agrarios en 2010 resultó especialmente significativa en algunas comunidades autónomas.
Así el incremento de personas ocupadas en el sector fue del 27% en Canarias, del 21% en Aragón, del 27% en Murcia, del 16% en Cataluña. En Andalucía fue sólo del 6% y me apena pensar que a nuestros jovenes y a algunos mayores quizás les averguence todavia trabajar en el campo que es nuestra gran riqueza y cuando ahora además el empleo agrario afronta un horizonte de mejoras en la cotización de la Seguridad Social.
No podemos huir del campo, si queremos salvar nuestra económia y nuesta tierra andaluza y, sobre todo, porque trabajando en el campo, como personas, nos hacemos más grades de tanto mirar al cielo.
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