Después de un día de descanso posterior a la llegada de la III MARCHA NEGRA a Madrid, de su recibimiento en la Puerta del Sol a altas horas de la noche por casi dos centenares de personas, muchas ajenas a la minería, después de la gran manifestación que reunió el miércoles en las calles de la capital a miles de trabajadores de todos los sectores y donde no faltaron los alborotadores -se habla de movimiento antisistema- y los disturbios habituales con la polícia, hoy los sindicatos mineros han anunciado que las movilizaciones del carbón "continuarán", serán "cada vez más duras" y se mantendrán "hasta que no se alcance una solución para el conflicto minero" reclamando que es necesaria una convocatoría "urgente" de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón ya que lo pactado con el Gobierno ha sido incumplido.
La poca información ofrecida por las televisiones me ha hecho de nuevo temblar de emoción y de esperanza. Ellos, los mineros, son los que constantes, unidos, sin apoyo de los grades medios audivisuales, siempre han defendido mejor su trabajo y ahora no quiero entrar en las discusiones que estos días se leen y se oyen sobre la insostenibilidad de la minería y su trabajo en un país donde hay carbón y, sobre todo, gente que vive de él.
Y cuando he visto la fuerza de esas personas y sus gritos roncos, contundentes, pero armonizados en su " SI ESTO NO SE ARREGLA, GUERRA, GUERRA, GUERRA" ha venido a todo mi cuerpo la sacudida del tufo de acontecimientos nefastos de nuestro pasado reciente y he sentido la amarga necesidad de unirme a ellos, de apoyarlos, de ser un minero, porque a nosotros, como a ellos, como a tantos otros más, nos están conduciendo, sin soluciones y con presuntas promesas y negociaciones que no se acaban, al callejón sin salida, donde muchos ya estamos perdidos o a punto de perdernos.
Los mineros se han movilizado y nosotros tendremos que hacerlo con nuestras banderas para gritar y defender ante el mundo la riqueza de nuestro campo andaluz que desde los fenicios, los griegos y los romanos, pasando por los árabes. ha sido la tierra buscada y ansiada para conseguir bienestar, riqueza y ese sol y esa luz que encienden alegrías por sí sólos.
Pero no sé si ese caracter nuestro templado y hecho acomodaticio por esa misma luz y ese mismo sol nos hará salir un día en válido tumulto y no en esas numerosas manifestaciones frustradas a las que tantas veces hemos asistido sin resultado alguno positivo para la agricultura.
También es cierto que ese caracter que impregna nuestros actos y nuestro sometimiento nos viene del aquel Séneca cordobés que se quitó la vida antes de enfrentarse al monstruo de Nerón.
La historia, "magistra vitae", aquí nos tiene que abrir los ojos y hacernos ver ahora ejemplar la valentía y tenacidad de los mineros de León y Asturias.
Aunque el ministro de Industria, José Manuel Soria, haya declarado, como se esperaba, que no se van a ampliar las ayudas del 2012 a la minería, al menos comparecerá en el Congreso de los Diputados en relación con este conflicto, este conflicto que ha recorrido como una llama las calles de Madrid.
Aunque el ministro de Industria, José Manuel Soria, haya declarado, como se esperaba, que no se van a ampliar las ayudas del 2012 a la minería, al menos comparecerá en el Congreso de los Diputados en relación con este conflicto, este conflicto que ha recorrido como una llama las calles de Madrid.
Y hoy mismo ya se han producido protestas y se han anunciado próximas manifestaciones. Se teme al hambre. Incluso, también esta mañana, en la puerta de un pequeño comercio he oido decir a su propietario: "CON FRANCO YO NUNCA HE ESTADO ASÍ" y sus palabras me han sacudido de otra manera más punzante.
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