martes, 2 de octubre de 2012

POR FIN NOS HEMOS MOJADO

La lluvia nos ha resucitado a nosotros y a nuestros campos. 
A pesar de alguna tormenta, ha sido una lluvia beneficiosa y ya mis olivos, después de los 115 litros recibidos en Jaén y los 108 en Córdoba, en sólo tres días, y del beneficio del sol, que ahora los está iluminando, parecen otros.
Se han lavado, se han estirazado. Los que tenían aceituna, orgullosos, la muestran más gorda y reluciente. Los que no la tenían nos han dado la esperanza de verlos con fruto la próxima cosecha.
Es verdad que las aguas han producido cárcavas y destrozos en algunas zonas, pero, por fin, vemos a nuestros árboles tranquilos y satisfechos.
También estoy yo muy satisfecha porque en la reunión que tuvimos los socios de la API a la que pertenezco, pude dejarme oir por los asistentes, exponiéndoles mi crencia de la necesidad- reconocida por Dacian Ciolos y por el presidente del grupo de trabajo "Aceite de oliva" del Coga-Cogeca, Rafael Sánchez de Puerta, y por otros tantos, entre ellos, muchos olicultores, de  impulsar las Organizaciones de Productores, pasando así los olivareros a formar parte activa de la cadena de mercado para hacer, de esa manera, algún frente contra el poder que sobre nosotros ejerzen los distribuidores.
Quedamos en incluir en la próxima reunión un punto donde pudiesen presentarse las propuestas de cada uno de nosotros sobre este respecto y la directiva propuso ponerse en contacto con APIs de nuestros mismos intereses para lograr una reunión, por ejemplo, en lo salones de ASAJA CÓRDOBA para poder hablar de un tema en el que, seguro, casi todos estamos de acuerdo. pero en el que nunca hemos hecho nada a excepción de agachar la cabeza y aguantar o quejarnos y asustarnos ante la dificultad del problema.
Ya es hora de nuestro mojarnos también, de que salgamos de esta maldita crisis purificados, más fuertes y con la voz más clara, haciendo realidad el sentido etimológico de la palabra.
Os tendré informados de todo, porque no se necesita pertenecer a una API para unirse. Todos queremos lo mismo: ser justos con nuestro fruto y con sus precios.
Y yo os esperaré siempre con una sonrisa de olivo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario