miércoles, 11 de septiembre de 2013

LA VUELTA

Algunos de los que hemos disfrutado de las llamadas "VACACIONES" hemos vuelto quizá con otra mirada, quizá con otro olor.
Yo siento que ahora mi mirada es más amplia, percibe mejor el azul del mar  y  el rosa de los atardeceres y sabe  mezclarlos con facilidad, en una imagen única, con el verde de los olivos permanente siempre en mi retina. Mi olor es también más fuerte por la fusión del tomillo aceitero y el salitre de las olas.
Pero todos venimos temiendo las cargas a las que nos vamos a ver abocados.
Yo, por ejemplo,  me he estado preparando para la venta de mi trigo, leyendo con atención los  parámetros de trigo duro  marcados por el Real Decreto 190 / 2013 de 15 de Marzo, publicado en el BOE nº 82, el Viernes 5 de Abril 2013 que entraron en vigor al día siguiente y modificaron los del Real Decreto 1615/ 2010.
He hablado con personas de la Consejería entendidas en el tema y ninguna  ha podido satisfacer las dudas que me hicieron recurrir al estudio del nuevo decreto.
Como yo, nadie comprende el establecimiento, en la Mesa de Cereales de la Lonja de Contratación de Córdoba, de cuatro tipos de trigo duro, asignándole a los dos últimos parámetros, prácticamente similares, pero con una diferencia de precio significativo. Así, según los datos aparecidos en última Mesa del 5. 9. 2013 la diferencia se remonta a 2, 5 pts. habiendo sido esta diferencia, incluso mayor, en Mesas anteriores.    
El nuevo decreto sólo especifica que todos los trigos duros que no se ajusten a los parámetros señalados en los tres primeros tipos se considerarán T4., sin precio fijado.
Otra vez, y como siempre, se deja, de esta manera, la  puerta abierta al mercadeo, al chalaneo, estando los compradores en posición de ventaja sobre el productor, algo a lo que estamos habituados, sobre todo si eres pequeño autónomo y además mujer.
Pero vengo con esa fuerza renovada y con la legalidad en mis manos y dispuesta, con la ayuda de todos incluidos Bancos, a intentar cambiar estas situaciones.
Aunque las promesas ya no nos las creamos, aunque hayamos sido decepcionados con las Olimpiadas y  nos hayamos dado cuenta que la culpa ha sido nuestra, y de esos gobernante que no nos gobiernan y aunque estemos convencidos de que poco podrá hacer Susana Díaz en este ambiente hediondo que nos rodea y la rodea, sin embargo, sí creo la promesa de una buena cosecha de aceituna que nuestros olivos nos están haciendo y ni las tormentas ni los granizos podrán despojarnos de esa promesa. Ellos se sienten cuidados y cada vez más queridos. Ellos no pueden decepcionarnos, ellos sabrán cumplir porque ellos saben que los necesitamos y que pueden salvarnos a todos con una buena exportación de su oro, con una buena exportación agroalimentaria.                
 

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