La calidad del trigo recogido este año en nuestra campiña, yo ya con todos mi análisis en mano, es extraordinaria y se espera que, al menos por algún tiempo, pueda seguir subiendo.
Por supuesto ya he hablado con mi comprador, y hemos acordado reconocer mis pocos kilos, para cuestiones del pago, dentro del grupo TD 1 y estar vigilantes, sin vender, mientras esta subida continue, temiendo, como siempre, la llegada de barcos cargados de trigo de otros paises.
Igualmente el precio del aceite está remontando y, también hoy, me han ofrecido comprarme el poco aceite virgen extra que me queda. Pero, de la misma manera, he decido esperar hasta Agosto o Septiembre para liquidar, ya que acabo de vender una cisterna a bajo precio para poder afrontar las deudas pendientes.
Así me voy a ir unos días a buscar el fresco, a cuidar mi salud, pero sin olvidar un momento ni mis olivos ni mi campiña amenazados con el nuevo fantasma del IVA que va a causar engaños, chanchullos y, a muchos de nosotros, sólo quebraderos de cabeza y más pérdida de dinero.
Precisamente, también hoy mismo, me han llamado varias casas de abonos y de productos, fitosanitarios, de las que soy clienta, ofreciéndome los suyos, con la subida correspondiente, pero con el IVA del momento. Proposición que naturalmente he rechazado, por el momento, hasta estudiar detenidamente la evolución del mercado y si voy a poder utilizar los productos habituales la próxima campaña.
Sin embargo, la hiel que ha amargado mi boca y todo mi cuerpo estos últimos tiempos se ha visto algo endulzada con ese pequeño e inseguro remonte de nuestros precios.
Aunque siga sintiendo el dolor de una situación que nos tiene a todos, al país entero, mudos de pánico y de asombro, sigo y seguiré viendo siempre el lado positivo y volveré de mi descanso para seguir en nuestra lucha, renovada y fortalecida por aires de mar y sol menos ardiente.
Aunque siga sintiendo el dolor de una situación que nos tiene a todos, al país entero, mudos de pánico y de asombro, sigo y seguiré viendo siempre el lado positivo y volveré de mi descanso para seguir en nuestra lucha, renovada y fortalecida por aires de mar y sol menos ardiente.
Os deseo que también resistaís hasta Septiembre para volver todos juntos a encontrarnos con las hachas hacia arriba y encendidas si es necesario.
Yo os esperaré a todos con la tierra, quizá quemándome los talones e incluso las entrañas, pero con el rostro sonriente siempre levantado para mirar las ramas de los olivos iluminadas por la luna.