Hoy me siento, como muchos de vosotros amigos olicultores, con la soga más apretada a mi garganta que nunca.
Todavía no he pagado las nóminas de la recogida de la aceituna del mes de Enero. Tras muchos esfuerzos e intentos he vendido hoy, par poder pagarlas el lunes, algo de aceite virgen botella al precio irrisorio y vergonzante de 270 y 275 pts. el kilo.
El mercado está parado. La idea generalizada de que la producción de esta campaña va a superar el millón seiscientas mil toneladas ha paralizado a los compradores, que se sienten dominantes en estas situaciones, seguros de que con esta cantidad van a tener aceite disponible, para este año e incluso para el próximo, a precio muy barato, aunque no hubiera una buena cosecha.
Porque es cierto que muchos, la mayoría de nosotros, hemos terminado ya nuestra recogida, pero sabemos que hay varias almazaras que siguen trayendo y molturando aceituna de otras provincias lo que aumentará la cifra estimada de aceite.
De las anticipos de cosecha y de las pólizas de crédito que ofrecen los Bancos, después de haberlas estudiado una a una, prefiero no hablar, aunque me veo ya obligada a volver a solicitar el anticipo de la subvención.
Prefiero meditar sobre el espectáculo de ayer en Córdoba donde los agricultores regalaban sus ricas naranjas, porque el precio de su venta no compensa su recogida. Yo enseguida recordé aquello que hemos oido desde niños:"Cuando las barbas de tu vecino veas mojar, pón las tuyas a remojar". En Marruecos también hay olivos y ahí están los recientes acuerdos de la Comunidad Europea con Marruecos y ahí sigue nuestros políticos siempre ocupados en sus elecciones y en inventar palabras que ya no embaucan.
ME QUEDO SIN PALABRAS AL LEER TUS ARTÍCULOS.
ResponderEliminarPORQUE NO SÉ COMO PODEMOS AYUDAR, APARTE DE CONSUMIR PRODUCTO ESPAÑOL, PARA QUE LAS COSAS MEJOREN.
SÉ QUE ERES UNA LUCHADORA, SI DE ALGO VALE TE MANDO MUCHAS FUERZAS.