sábado, 5 de febrero de 2011

LA FAMILIA, LOS AMIGOS PUEDEN SER UN CAMINO.

Son pocas las alegrías que tenemos ultimamente los agricultores, pero el sábado pasado tuve una enorme e inesperada.
Convoqué a todos los miembros de mi familia, agricultores como yo y vecinos, a una reunión para hablar de los problemas del campo y proponerles la formación de una API, asociación en la que siempre he creido como  una plataforma de lucha por la calidad del aceite y de cuidado del medio ambiente. Sí, siempre he pensado que, si se concede alguna subvención, es esta producción y la ecológica las que pueden alcanzarla.
En 1997 me hice socia por primera vez de una de estas agrupaciones, pero por otras razones, que no vienen al caso, tuve que salir de ella. No me supuso aquella participación ni cambios en mi sistema de producción ni gastos inaguantables.
Ahora todo el mundo  piensa y habla de producción integrada. Por eso no me sorprendió excesivamente que la mayoría de los componentes de la familia - a algunos apenas trato y a otros conocí el mismo día 29 - estuvieran de acuerdo en la idea de unirnos, compartir técnico, utilizar idénticos fertilizantes y herbicidas para abaratar costes y al mismo tiempo mejorar, en lo posible, nuestras ganancias con un aceite de buena calidad.
Incluso se planteó la posibilidad de creación de una almazara familiar donde todos molturasemos nuestro aceite en una linea convencional y otra de API y donde los más jovenes se encargarían de comercializarlo y darlo a conocer por todas partes, dentro y fuera de España. Por supuesto este futuro molino tendría que integrarse en un consorcio de almazaras y coperativas, porque ese es el futuro como yo también vengo proclamando hace mucho tiempo.
Así es la primera vez que la familia se ha unido. Así es la primera vez que, como una gran familia, hacemos algo juntos por el campo. Hablamos de defendernos, porque estamos obligados a hacerlo. No nos han dejado ya otra solución y estoy muy orgullosa de mi familia y de mí misma por haber impulsado este nuevo paso que puede abrir el camino. No nos queda otro remedio que apoyarnos los unos en los otros, aunque  no nos veamos, ni nos conozcamos, ni nos importemos personalmente demasiado.
Y lo que está intentando hacer ahora mi familia, seguramente lo estaís haciendo o lo habeís hecho ya muchos de vosotros.
Nosotros nos volvemos a reunir a principio del mes que viene. Somos nosotros sólos, con nuestras tierras a la espalda, los que tenemos que salvarnos, sin esperar nada, absolutamente nada de las alturas.Y esa sigue siendo otra de mis constantes ideas.        

1 comentario:

  1. Finito de Fuente Orbes Nord17 de marzo de 2011, 12:55

    y por qué no conseguiremos la familia algún día una cosa así...
    http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/11/valencia/1299876391.html

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