Han llegado las lluvias y el martes de esta misma semana parece que, por fin, vamos a recibir la subvención. Todo eso nos tiene contentos y más animados.Pero nuestros problemas nunca se acaban y uno que vamos a tener que afrontar en esta campaña es el de la homologación de nuestros tractores que tienen que estar en esos días en la carretera.
Me vengo interesando, cerca de las asociaciones agrarias, de la marcha de las negociaciones llevadas a cabo con la Junta de Andalucía para resolver esa situación injusta en la que estamos envueltos. A corto plazo no hay solución. La Junta ha remitido el asunto al Gobierno Central con el que se tendrá una reunión, en fecha aún no determinada. Mientras tanto los consejos que se nos dan para empezar a trabajar en nuestra recolección con nuestra maquinaria no homologada son pagar la multa, que dado lo absurdo de su contenido se supone no sea de muy alta cuantía, o lo que ya están haciendo muchos amigos y compañeros nuestros, con el correspondiente gasto añadido, pasar la I.T.V. en otra provincia.
También hablan de movilizaciones, y yo, como siempre, envidio a los agricultores franceses que, como hemos visto todos la semana pasada en Televisión, salen a la calle, queman heno, coches e inmediatamente su ministro de AGRICULTURA atiende sus peticiones. Estoy deseando que llegue el momento en que tengamos su fuerza. Otra salida barajada sería llevar el asunto al Tribunal Contitucional, algo difícil de convertirse en realidad por el coste supuesto y por la lentitud de nuestra justicia.
Y otro problema que nos acucia es la subida del I.V.A. Hoy ha habido una manifestación de autómomos en Madrid. Nosotros, desde luego no podremos esperar mucho. Pero de eso tendremos que hablar otro día.
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